Sólo porque la ley no tiene un requisito específico para la formación de los guardias de seguridad no significa que el entrenamiento no deba ser completado. Es responsabilidad de las empresas seguridad privada la correcta capacitación de sus oficiales y esto debe ser realizado con el fin de maximizar el rendimiento global de todos sus empleados.
Los guardias entrenados tienen mayores tasas de productividad y eficacia, se encuentran más atentos a los detalles y alertas en su área de trabajo. Con el aumento de la vigilancia, los agentes de seguridad serán más capaces de reconocer y reportar cualquier incidente que a su vez también mejora integralmente su desempeño en equipo.
Formación de agentes de seguridad
En la formación de los agentes se les inculca la importancia de la comunicación la cual debe ser clara, concisa y fácil de entender para poder desempeñar su rol en la vigilancia con eficacia. Una preparación adecuada mejora la inteligencia de los guardias, lo que les permite manejar con mayor facilidad y astucia las circunstancias que puedan presentarse de una manera responsable y adecuada, estén o no bajo presión.
Tener la capacitación para tomar decisiones difíciles durante situaciones de estrés no sólo aumentará la eficiencia y la correcta actuación del funcionario, sino que también mantendrá su integridad física en caso de ser un escenario peligroso.
El día a día de un agente de seguridad es impredecible y hay una amplia diversidad de personas con las que tendrá contacto diariamente. Las responsabilidades a cumplir y reportar serán diferentes en cada turno. Algunos cambios requerirán una estrecha coordinación con el supervisor de guardia y otros días será necesaria la cooperación de varios compañeros para atender una emergencia.
De manera que al estar debidamente capacitados serán más conscientes de las situaciones potencialmente peligrosas que puedan enfrentar mientras ejerzan sus funciones. Esto los llevará a estar preparados para tomar decisiones inteligentes y rápidas que resguarden su integridad y al mismo tiempo garanticen la preservación de lo que se deba custodiar.
En definitiva, la decisión de las empresas de invertir en la formación física y académica de sus guardias de seguridad es, sin duda, un paso inteligente a través del cual se podrán formar agentes de calidad, listos para la acción en cualquier ambiente de trabajo que se les asigne.