La invención de los motores eléctricos apareció en el siglo XIX, concretamente, en el año 1830. Hoy en día se está investigando la fabricación de un nuevo tipo de acero, el cual es mucho más ligero.
Investigación y desarrollo
La Universidad del Estado de Iowa es la responsable de esta búsqueda. El profesor Jun Cui es el encargado de dirigir este descubrimiento. Para llevarlo a cabo ha recibido una subvención de 3.8 millones de dólares. Si consiguen su propósito, el futuro de los motores eléctricos va a cambiar radicalmente.
El equipo de Cui, se encuentra en pleno proceso de averiguación para poder crear un material que sustituya al anterior encargado del núcleo magnético. Este moderno elemento, se compone de finas capas de una aleación entre un 93.5% de hierro y un 6.5% de silicona.
La resistencia eléctrica se va a ver beneficiada en un 50%, debido a esto, la cuantía de corriente inducida mejorará, mientras que la pérdida de energía y el calor producido disminuirán notablemente.
Se basan en la premisa de que, si la resistividad se incrementa, la frecuencia eléctrica que pueden soportar los aparatos también aumentará.
Los promotores, además, quieren cambiar la frecuencia actual de 60 herzios, hasta los 400 herzios. Con esto, la densidad de los motores variará muchísimo. Los del tipo PEV serían más pequeños y livianos, pero contarían con la misma potencia. Así, el coste de los vehículos eléctricos, por ejemplo, se reduciría bastante, siendo éstos mucho más asequibles para todos los bolsillos.
Fabricación de los nuevos motores
Los científicos de la Universidad de Iowa, se han propuesto, incluso, poder sustituir los elementos raros que, en muchas ocasiones, forman parte de la maquinaria. Por lo que sus ambiciones son altas y muy fructíferas. Aproximadamente, se estima que este estudio perdure durante diez años. Con el fin de garantizar la calidad.
En definitiva, la tecnología sigue avanzando y se apuesta por ella en todos los ámbitos. Hay que saber dónde está la oportunidad y embarcarse en ella. Éste cambio va a originar grandes ventajas en la vida cotidiana y en la industrial. El desarrollo y la investigación son vitales para el éxito.