Cuando llevamos a cabo un proyecto audiovisual nos enfrentamos a diferentes etapas a lo largo de todo el proceso. Cada una de ellas nos llevará a la necesidad de hacer diferentes valoraciones y tomar decisiones sobre nuestro proyecto. Ninguna es sencilla y de ahí que contar con un equipo humano profesional nos ayude a acertar en el camino.

Desde la producción hasta el momento en el que terminamos con el mezclador de vídeos de editar nuestro proyecto, cada movimiento importa. El momento de darle forma al “bruto” del trabajo no es tarea fácil y habrá muchas cosas que debamos tener en cuenta. Aquí te dejamos algunos consejos que te ayudarán cuando te sientes delante del ordenador a editar y harán del proceso de edición algo más llevadero.

 

Concepto y mensaje

La base de todo proyecto audiovisual se sustenta en el mensaje que pretende transmitir. Define qué historia sueñas contar, cómo vas a transmitir un concepto, un mensaje, una emoción.

Es tedioso pero nos hará ver de forma más clara qué tratamiento o qué ritmo necesita nuestro video para lograr el objetivo, ya que el uso de la edición puede cambiar lo que percibe el receptor de nuestro contenido.

 

Storytelling y guion

Nuestro mensaje se desprende de nuestro guion y del storytelling – es decir, la historia que contamos. Un buen editor debe conocer el guion al dedillo, de la misma manera que lo hace un actor o un director.

 

Sonido adecuado al concepto

Los productos audiovisuales son resultado de la suma de varios elementos. Uno de ellos es el sonido y es tan importante como la imagen a la hora de transmitir el mensaje.

Una forma clara de ver esto es la importancia de las bandas sonoras en el cine y la diferencia que vemos en ellas entre una película dramática y una comedia.

El tema elegido, el sonido ambiente, los efectos sonoros son responsables directos a la hora de transmitir un determinado concepto por lo que deberemos tenerlos en cuenta tanto como la imagen.

 

Naturalidad en la edición

El vídeo aporta una experiencia envolvente que no nos dan otros formatos. El vídeo engulle, atrapa al usuario, le saca del mundo real y lo lleva a su entorno ¿conseguirás hacer que la experiencia sea como describimos?

Conseguir esto no es tarea fácil, mucho menos ante un público cada vez más crítico y consciente, hiperconsumidor y con una capacidad de atención muy deteriorada. Por eso es importante contar historias con naturalidad y sin perder la verosimilitud. Cuidado con cortes o cambios de plano repentinos, movimientos raros o zooms exagerados que “despierten” a la audiencia y la saquen de nuestro universo.

 

Elegir un buen formato de salida al exportar

Los medios a los que irá a parar nuestro proyecto determinarán el formato de salida del mismo. Valora que formato te interesa más en función de la difusión que vaya a tener el video y el canal de destino donde va a reproducirse, para así evitar posibles problemas técnicos o incompatibilidades posteriormente.

Por admin

Deja una respuesta