A la hora de pedir un préstamo nos encontramos con dos perfiles de personas. Aquellas a la que la palabra «préstamo» en sí ya le suscita un miedo irracional y aquellas otras personas a las que les ocurre todo lo contrario, no sienten ningún miedo ante la posibilidad de pedir un préstamo, aunque no reúnan las condiciones necesarias en ese momento. Por eso tanto en un caso como en otro te ayudamos a que hagas un pequeño plan personal de viabilidad antes de pedir un préstamo.
En primer lugar déjate asesorar por los que te conocen bien. Escucha a los demás. Si no sabes calificarte a ti mismo, deja que tus familiares te ayuden. Si eres una persona a la que le da miedo pedir un préstamo pero que en un momento dado tiene la necesidad de hacerlo, acude a tu Banco de confianza, infórmate de las diferentes opciones y no tengas miedo. Si puedes pagarlo según las normas que la entidad bancaria te proponga, adelante. Por otro lado si eres de esas personas a las que nada le asusta y más de una vez ha dicho ¡ya he vuelto a cometer el mismo error! ten ahora esa frase en tu cabeza y no pidas un préstamo si sabes que no lo vas a poder pagar, porque acumular deudas no es nada agradable para nadie. en segundo lugar tanto en un caso como en otro leed la letra pequeña, a veces podemos firmar una auténtica barbaridad. En tercer lugar no pidas créditos personales si realmente no lo necesitas.
Y por último ten presente que actualmente las entidades financieras te ofrecen un montón de opciones para que estés tranquilo o para que no cometas tonterías. En una entrevista personal en tu banco de confianza te lo aclararán todo para que elijas la mejor opción.