Los que conocen sobre bebidas alcohólicas saben que hay diferentes tipos, con variados sabores y formas de obtención. Y que, por ejemplo, el lugar perfecto para disfrutar del famoso tequila es México, y que la segunda mejor localidad es aquella donde haya un ambiente mexicano, como un tequila bar Bogotá.

Esta bebida, originaria del país azteca, se manufactura a partir de la planta del agave (Agave Tequilana) que tiene cierto parecido al aloe vera. Solo puede recibir ese nombre si se elabora en una región bien delimitada y con más de un 60% de pureza. Si es 100% pura resulta incluso de mayor mérito y digna de exportación.

La clave de preparar bebidas embriagantes es aplicar una fermentación controlada a sustancias que contengan glucosa, y mantenerlas en una atmósfera anaeróbica (libre de oxígeno), donde unos microorganismos especializados, levaduras, consumen el dulce, produciendo etanol. De este modo se obtienen el vino, el sake, la sidra y la cerveza.

Para elaborar extractos de alto contenido alcohólico, como ron, vodka, pisco, brandy, whisky, ginebra, y por supuesto, tequila, se hace uso de la destilación. Consiste en llevar los líquidos a su punto de ebullición, atrapar el vapor resultante, y condensarlo nuevamente en otro recipiente. La sustancia obtenida de esta manera suele ser mucho más pura y concentrada que la original.

Un último paso, opcional, es dejarla en barriles de roble o encino, obteniendo una bebida que mantenida allí dos meses, se considera reposada. Por todo un año, añeja o extra añeja en caso de ser conservada por tres años.

Es interesante notar que la razón por la que solo se puede hacer en el país mexicano, y específicamente en unos pocos lugares (el estado de Jalisco, siete municipios de Guanajuato, ocho de Nayarit, treinta de Michoacán y once de Tamaulipas) es debido a regulaciones del gobierno. Así, se protege la buena reputación de los productores originales, impidiendo que imitadores o falsificadores, alteren los estrictos patrones de calidad que caracterizan al elixir.

Por suerte, no hay que viajar hasta allá para tener el placer de paladear este emblemático producto, con acercarse al alegre bar temático de su preferencia, podrá deleitarse de esta experiencia cultural a pleno.

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